A menudo, lo primero que notas del glaucoma son cambios sutiles en la visión lateral que se sienten como “esquinas que faltan” o tropezar con objetos, especialmente con poca luz; sin embargo, muchas personas no tienen ningún signo al principio. Algunas perciben sensación de presión ocular, halos alrededor de las luces o episodios breves de dolor y enrojecimiento ocular, pero estos son avisos menos frecuentes. Como los primeros signos del glaucoma pueden ser silenciosos, a menudo se detecta por primera vez en un examen ocular de rutina, donde un profesional mide la presión intraocular, examina el nervio óptico y evalúa los campos visuales.