La polidactilia significa nacer con dedos adicionales en las manos o en los pies. Es una afección genética/congénita y sus manifestaciones están presentes al nacimiento y son crónicas. Muchas personas con polidactilia no tienen dolor, pero algunas notan dificultades para ajustar el calzado, cambios en la prensión o rozaduras e irritación de la piel. El tratamiento suele consistir en observación o cirugía sencilla durante la lactancia o la infancia, y la mayoría evoluciona muy bien. La polidactilia no afecta la esperanza de vida, y los patrones familiares pueden variar según el tipo y el origen ancestral.

Resumen breve

Síntomas

La polidactilia se caracteriza por uno o más dedos extra en las manos o los pies, y puede ir desde una pequeña etiqueta cutánea hasta un dedo completamente formado. Suele detectarse en la ecografía prenatal o al nacer, en una o ambas manos/pies. Algunas personas notan dificultades para agarrar objetos o para que el calzado les quede bien.

Perspectivas y Pronóstico

La mayoría de las personas con polidactilia evolucionan bien, sobre todo cuando el dedo o el pie adicionales se corrigen en la primera infancia. La función de la mano o del pie suele ser buena, y el dolor a largo plazo es poco frecuente. Si la polidactilia aparece junto con un síndrome genético, el pronóstico depende de la evolución de esa enfermedad.

Causas y factores de riesgo

La polidactilia suele deberse a cambios genéticos durante el desarrollo temprano de las extremidades, a menudo heredados y, en ocasiones, parte de un síndrome genético. El riesgo es mayor si hay antecedentes familiares o en ciertas ascendencias. Comienza antes del nacimiento y no está impulsada por el estilo de vida ni por el entorno.

Influencias genéticas

La genética desempeña un papel importante en la polidactilia. La mayoría de los casos se heredan con un patrón autosómico dominante, aunque pueden aparecer variantes nuevas (de novo). A veces la polidactilia aparece sola; otras veces forma parte de un síndrome genético, por lo que los antecedentes familiares y una evaluación adecuada son importantes.

Diagnóstico

La polidactilia suele diagnosticarse al nacer al observar dedos de las manos o de los pies adicionales. Las radiografías determinan la afectación de huesos y articulaciones, y orientan el tratamiento. Cuando las manifestaciones sugieren un síndrome o un patrón familiar, las pruebas genéticas respaldan el diagnóstico genético de polidactilia.

Tratamiento y medicamentos

El tratamiento de la polidactilia depende del tamaño y la posición del dedo de la mano o del pie, y de cómo afecta a la función o al uso de calzado. Las opciones van desde ligar pequeños dígitos formados solo por piel en la infancia hasta la extirpación quirúrgica y la reconstrucción, a menudo por un especialista en mano o pie. El control del dolor, las férulas y la terapia ayudan a la cicatrización y a las habilidades motoras finas.

Síntomas

En la vida diaria, tener dedos de más puede cambiar cómo te quedan los guantes, cómo se sienten los zapatos o cómo un niño agarra un juguete. Los signos precoces de polidactilia suelen verse al nacer y, a veces, incluso antes del nacimiento en la ecografía. Los dedos extra pueden ser pequeños y blandos o estar totalmente formados y ser funcionales. Las manifestaciones varían según la persona y pueden estar en un solo lado o en ambos.

  • Dedos de más en la mano: Uno o más dedos extra pueden aparecer en una o en ambas manos. Pueden situarse junto al pulgar o al meñique y, con menos frecuencia, en el centro. Esto puede cambiar cómo un niño agarra o cómo se sienten las herramientas.

  • Dedos de más en el pie: Pueden aparecer dedos extra en uno o en ambos pies. A menudo hacen que los zapatos ajustados resulten incómodos o causen rozaduras entre los dedos. El equilibrio y la marcha suelen ser normales.

  • Bulto pequeño o dedo completo: La parte extra puede ser una protuberancia blanda de piel y tejido, o un dedo de la mano o del pie totalmente formado con hueso y una articulación. Los bultos más pequeños pueden engancharse en la ropa, mientras que los dedos totalmente formados pueden moverse o tener sensibilidad. Los médicos tienen en cuenta la estructura al planificar la atención.

  • Con uña: El dedo extra puede tener su propia uña, o la uña puede ser muy pequeña o estar ausente. Una uña bien formada suele indicar que el dedo está más desarrollado. Este detalle puede orientar las decisiones sobre extracción o reconstrucción.

  • Patrón de ubicación: Los clínicos lo llaman preaxial, postaxial o central, lo que significa que el dedo extra está cerca del pulgar/dedo gordo, del meñique/dedo pequeño o de los dedos centrales. La mayoría de las personas con polidactilia tienen la parte extra en el lado del meñique o del dedo pequeño del pie. El lugar exacto ayuda a predecir la función y las opciones de tratamiento.

  • Un lado o ambos: La polidactilia puede afectar solo a una mano o un pie, o a ambos. Un lado puede verse diferente del otro. El número y el tamaño de los dedos extra pueden variar incluso en la misma persona.

  • Agarre o destreza: En la mano, un dedo extra puede cambiar cómo trabajan juntos el pulgar y los dedos. Algunas personas pueden notar que tareas finas como abotonar o teclear resultan incómodas. Otras no perciben límites funcionales.

  • Problemas con el calzado: En el pie, el ancho extra puede crear puntos de presión en los zapatos estándar. Esto puede provocar rozaduras, ampollas o callos. Un calzado más ancho o más blando puede ayudar mientras se decide la atención.

  • Dolor o irritación: La mayoría de las personas no tienen dolor constante por la polidactilia. Puede aparecer irritación si el dedo extra se tuerce, se engancha o recibe un golpe. La sensibilidad es más probable con calzado apretado o durante el deporte.

  • Preocupación por la apariencia: El aspecto de un dedo de más puede llamar la atención o generar preguntas. Algunos niños y adultos se sienten cohibidos, especialmente con zapatos abiertos o guantes. Conversaciones de apoyo y elecciones de vestuario pensadas pueden facilitar la vida diaria.

  • Otras diferencias mano-pie: Los dedos extra pueden presentarse junto con dedos unidos o curvados. Estas combinaciones pueden afectar la alineación o el movimiento. Tu profesional te revisará estas posibilidades durante la exploración.

  • Patrón familiar: La polidactilia a menudo se presenta en familias y puede heredarse. El patrón puede variar mucho, incluso entre parientes. El asesoramiento genético puede ayudarte si estás planificando un embarazo o tienes dudas sobre la recurrencia.

  • Hallazgos antes del nacimiento: Muchos casos de polidactilia se ven en la ecografía prenatal. Las imágenes pueden mostrar la ubicación y el tamaño, pero la estructura completa se confirma tras el nacimiento. Las exploraciones del recién nacido ayudan a planificar los siguientes pasos.

Cómo las personas suelen darse cuenta por primera vez

Muchas personas se dan cuenta de la polidactilia al nacer, cuando el recién nacido tiene un dedo de la mano o del pie adicional, que puede estar completamente formado con hueso y uña, o ser un pequeño bultito de tejido blando unido por un tallo fino. A veces, los “signos precoces de polidactilia” aparecen en una ecografía prenatal de rutina, cuando la persona que realiza la ecografía cuenta más de cinco dedos en una mano o un pie. En familias con antecedentes conocidos, padres y médicos pueden estar muy atentos, pero para muchos, el dedo extra es un hallazgo inesperado durante el primer examen del recién nacido.

Dr. Wallerstorfer

Tipos de Polydactyly

La polidactilia tiene varios tipos bien reconocidos según dónde se forma el dedo extra y cómo está conectado. Estos tipos importan porque pueden cambiar la función en el día a día, como cómo te calza un zapato o con qué facilidad un niño agarra un juguete. Los profesionales suelen describirlos en estas categorías: preaxial, postaxial y central, y algunos síndromes genéticos raros incluyen patrones específicos. Conocer los tipos principales de polidactilia puede ayudarte a entender los signos más probables y qué puede implicar la cirugía o el seguimiento al explorar los tipos de polidactilia.

Preaxial (pulgar/hallux)

El dedo extra está del lado del pulgar o del dedo gordo del pie y puede ir desde una pequeña punta hendida hasta un dedo extra completo. La función de la mano y la fuerza de pinza pueden verse afectadas si se comparten huesos o tendones.

Postaxial (lado cubital)

El dedo extra está del lado del meñique o del dedo pequeño del pie y puede ser una protuberancia de tejido blando o un dedo bien formado. Los zapatos pueden rozar o causar callos si el dedo del pie es prominente.

Central (dedos medios)

El dedo extra aparece entre los dedos medios de la mano o del pie y es menos frecuente que los otros tipos. A menudo se asocia con diferencias en huesos o articulaciones que pueden influir en el agarre o en cómo el pie soporta el peso.

Patrones sindrómicos

Algunas personas tienen polidactilia como parte de un síndrome genético, que puede incluir otras manifestaciones más allá de las manos o los pies. En estos casos, los especialistas pueden recomendar estudios genéticos y una atención coordinada.

¿Sabías?

Los dedos extra en las manos o los pies pueden verse de forma distinta según el gen implicado: los cambios en GLI3 suelen causar dedos adicionales bien formados, mientras que los cambios en ZRS/SHH con más frecuencia producen pequeños bultitos solo de piel. Ciertas variantes también se agrupan por localización: preaxial (pulgar/dedo gordo del pie) frente a postaxial (meñique/dedo pequeño del pie).

Dr. Wallerstorfer

Causas y Factores de Riesgo

La polidactilia suele empezar por un cambio en los genes que guían el crecimiento de las manos y los pies antes de nacer. Algunos riesgos están escritos en nuestro ADN y se transmiten en las familias. También puede aparecer junto con ciertas alteraciones cromosómicas o síndromes genéticos. Los factores de riesgo de polidactilia incluyen antecedentes familiares y tasas más altas en algunas poblaciones. Algunas exposiciones prenatales o problemas médicos durante el embarazo pueden aumentar el riesgo, pero la mayoría de los hábitos cotidianos no.

Factores de Riesgo Ambientales y Biológicos

Algunos embarazos tienen factores del cuerpo o del entorno que pueden aumentar la probabilidad de Polidactilia. Los médicos suelen agrupar los riesgos en internos (biológicos) y externos (ambientales). Esta sección destaca los factores de riesgo biológicos y ambientales de Polidactilia que la investigación ha relacionado con una mayor probabilidad de esta diferencia en las extremidades.

  • Edad materna avanzada: La biología de los óvulos de mayor edad puede aumentar ligeramente la probabilidad de diferencias en el desarrollo de las extremidades. El riesgo global sigue siendo bajo en cualquier embarazo individual.

  • Edad paterna avanzada: Los cambios biológicos propios del envejecimiento de los espermatozoides pueden aumentar la probabilidad de nuevas diferencias del desarrollo. En la mayoría de las familias, el incremento del riesgo es pequeño.

  • Diabetes materna: La diabetes preexistente y mal controlada alrededor de la concepción y en el primer trimestre puede alterar la formación temprana de las extremidades, a veces incluyendo Polidactilia. Un mejor control de la glucosa antes y al inicio del embarazo reduce este riesgo.

  • Exposición temprana a teratógenos: Ciertos agentes tomados al comienzo del embarazo —como medicamentos con ácido retinoico (como isotretinoína) o vitamina A en dosis muy altas— pueden alterar el patrón de las extremidades, y en ocasiones incluir Polidactilia. Estas exposiciones preocupan especialmente en las primeras 8–10 semanas de embarazo.

Factores de Riesgo Genéticos

En muchas familias, los dedos extra en manos o pies son frecuentes debido a cambios en genes que guían la formación de las extremidades. Las causas genéticas más comunes de la polidactilia van desde variantes en un solo gen hasta diferencias cromosómicas. Las personas con el mismo cambio pueden mostrar rasgos distintos, desde una pequeña protuberancia hasta un dedo completamente formado. Incluso con riesgos altos no se puede garantizar un resultado específico.

  • Antecedentes familiares: Si uno de los padres tiene polidactilia por una causa de un solo gen, cada hijo tiene alrededor de un 50% de probabilidad de heredarlo. La expresión puede variar mucho entre los familiares.

  • Herencia recesiva: Cuando ambos padres portan el mismo cambio oculto, un hijo puede heredar polidactilia incluso si ninguno de los padres tiene dedos extra. En este patrón, cada embarazo tiene un 25% de probabilidad de estar afectado. Esto es más común en algunas formas sindrómicas.

  • Variantes de novo: Un cambio nuevo puede aparecer por primera vez en un niño con polidactilia, sin antecedentes familiares. El riesgo de recurrencia suele ser bajo, aunque persiste una pequeña posibilidad si uno de los padres tiene mosaicismo en la línea germinal.

  • Cambios en el gen GLI3: Las variantes en GLI3 son una causa bien conocida de polidactilia aislada y patrones relacionados. Según la variante, el cambio también puede vincularse con afecciones como los síndromes de Greig o de Pallister‑Hall.

  • Cambios regulatorios en SHH: Las alteraciones en una región de control que regula al alza o a la baja la señal de SHH en las extremidades suelen causar duplicación del pulgar o del dedo gordo del pie. Estos cambios explican con frecuencia la polidactilia preaxial familiar.

  • Formas sindrómicas: La polidactilia puede presentarse como parte de síndromes genéticos más amplios como Bardet–Biedl o Ellis–van Creveld. En estos casos, otros rasgos orientan al diagnóstico y guían el estudio genético.

  • Diferencias cromosómicas: Tener material cromosómico extra o ausente, especialmente la trisomía 13, puede incluir la polidactilia entre sus hallazgos. Microdeleciones o duplicaciones más pequeñas cerca de genes que organizan el patrón de las extremidades pueden tener efectos similares.

  • Patrones por ascendencia: La polidactilia postaxial es más frecuente en personas con ascendencia de África Occidental debido a variantes más comunes en esas poblaciones. Las tasas son menores en muchos grupos europeos y del este de Asia.

  • Expresión variable: El mismo cambio genético puede ir desde una pequeña etiqueta cutánea hasta un dedo extra completamente formado. A veces un portador no muestra ninguna diferencia visible.

  • Consanguinidad parental: Cuando los padres están relacionados biológicamente, es más probable que compartan el mismo cambio recesivo raro. Esto aumenta la probabilidad de síndromes recesivos que incluyen polidactilia.

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Factores de Riesgo del Estilo de Vida

La polidactilia es una diferencia congénita; los hábitos de vida no la causan. Sin embargo, tus decisiones del día a día pueden influir en tu comodidad, tu función y el riesgo de problemas cutáneos o por sobreuso. En la práctica, cómo afecta el estilo de vida a la polidactilia se centra sobre todo en el control de la presión, la prevención de lesiones y los cuidados posoperatorios cuando se elige la cirugía. Los elementos de abajo se enfocan en ajustes prácticos directamente relacionados con los signos y las complicaciones.

  • Elección del calzado: Las punteras estrechas o poco profundas pueden crear puntos de presión en los dedos extra, causando dolor, clavos, callos o úlceras. Elegir zapatos anchos y profundos, con empeines blandos y acolchado dirigido, reduce la fricción y las lesiones en la piel.

  • Tareas manuales repetitivas: Agarrar con frecuencia o usar herramientas puede irritar nervios y tejidos blandos alrededor de los dedos extra. Empuñaduras ergonómicas, guantes y pausas en las tareas pueden disminuir el dolor y preservar la destreza.

  • Deportes de alto impacto: Correr, saltar o deportes con tacos aumentan las fuerzas de cizalla y los golpes en los dedos extra. Entrenamiento cruzado de bajo impacto, amortiguación adecuada y vendaje protector pueden reducir el riesgo de lesiones mientras mantienes la forma física.

  • Control del peso: Un peso corporal más alto aumenta la presión plantar en los pies con dedos extra, empeorando los callos y el dolor de pies. Perder peso de forma gradual puede disminuir la presión y mejorar la comodidad al caminar.

  • Cuidado de piel y uñas: Los dedos superpuestos y los ángulos atípicos de las uñas pueden atrapar humedad y favorecer infecciones por hongos o bacterias. Cortar las uñas con regularidad, secar entre los dedos y usar cuidados antisépticos ayuda a prevenir la paroniquia y el pie de atleta.

  • Órtesis y acolchados: Una amortiguación inadecuada concentra la fuerza en los dedos prominentes. Órtesis a medida, fundas para dedos o separadores redistribuyen la carga y hacen más cómodas las actividades diarias.

  • Hábitos posquirúrgicos: Volver a la actividad intensa demasiado pronto tras la extirpación o reconstrucción de un dedo puede perjudicar la cicatrización y la formación de la cicatriz. Seguir los planes de cuidado de la herida, férulas y terapia favorece una mejor función y apariencia.

  • Ajuste de instrumentos y herramientas: Instrumentos o herramientas no optimizados pueden forzar los dedos extra durante el trabajo o la interpretación musical. Empuñaduras adaptadas, digitaciones personalizadas o modificaciones en los mangos reducen el sobreuso y el dolor.

  • Elección del ejercicio: El trabajo de fuerza y flexibilidad puede mejorar la marcha y la función de la mano, reduciendo la sobrecarga compensatoria en los dedos extra. Un programa guiado por un terapeuta corrige la alineación y protege las zonas vulnerables.

Prevención de Riesgos

La polidactilia empieza antes del nacimiento, por lo que no hay manera de evitar por completo que se forme el dedo extra. La prevención se centra en comprender el riesgo familiar, detectarlo a tiempo y reducir los problemas cotidianos como el roce, el dolor o las lesiones. Conocer tus riesgos puede guiar qué medidas preventivas son más importantes. Planificar con antelación suele hacer que la atención sea más sencilla y segura para ti y tu hijo.

  • Asesoramiento genético: Aprende cómo la polidactilia puede presentarse en las familias y cuál puede ser tu riesgo personal. Un asesor puede explicarte las probabilidades en futuros embarazos y qué pruebas están disponibles.

  • Opciones preconcepcionales: Si el riesgo es alto, habla sobre opciones reproductivas como la FIV con estudio de embriones o el uso de esperma/óvulos de donante. Estas opciones tienen beneficios y límites, y un especialista puede explicártelas paso a paso.

  • Cribado prenatal: La ecografía en el primer o segundo trimestre puede detectar dedos extra y comprobar otras diferencias. Esto ayuda a planificar el parto y la atención del recién nacido; los cribados y controles también forman parte de la prevención.

  • Derivación temprana a especialista: Consultar pronto a un especialista de mano o pie ayuda a decidir si es necesaria la extirpación y cuándo. Un buen momento puede proteger la función y reducir cicatrices o problemas nerviosos.

  • Cuidado seguro del recién nacido: Mantén el dedo extra limpio y seco, y vigila cambios de color, hinchazón o sensibilidad. Evita atarlo con hilo o retirarlo en casa para prevenir sangrado o infección.

  • Calzado protector: Elige calcetines y zapatos suaves y amplios para evitar roces y presión. Un acolchado sencillo puede reducir traumatismos e irritación de la piel.

  • Prevención de lesiones: Intenta evitar que el dedo extra se enganche en la ropa, juguetes o barrotes de la cuna. En lactantes, las manoplas durante el sueño pueden reducir el riesgo de enganches.

  • Cribado de síndromes: En algunas familias, la polidactilia aparece junto con otras diferencias de salud. Tu pediatra puede revisar el corazón, los riñones o los rasgos faciales y ofrecer pruebas genéticas si es necesario.

  • Planificación de cirugía: Si se elige la extirpación, habla sobre el enfoque, el momento y la recuperación. Una planificación cuidadosa reduce el riesgo de dolor, infección o problemas en las uñas más adelante.

  • Apoyo emocional: Normaliza las diferencias y responde preguntas con un lenguaje acorde a la edad. Los cuidadores pueden ayudar recordando los controles y los hábitos saludables.

Qué tan efectiva es la prevención?

La polidactilia es una afección congénita, por lo que no hay forma de evitar que se forme un dedo o un pie extra una vez que comienza el desarrollo. La “prevención” se centra en reducir las complicaciones, como evitar problemas con el ajuste del calzado, la irritación de la piel o el dolor articular. La ecografía prenatal a veces puede detectar la polidactilia, lo que ayuda a las familias a planificar el parto, la evaluación por especialistas y una atención a tiempo. Cuando es necesario, el tratamiento temprano —como la intervención quirúrgica en la primera infancia— puede disminuir el malestar futuro y los problemas funcionales, pero no cambia la probabilidad de que la polidactilia ocurra en embarazos futuros.

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Transmisión

La polidactilia no es contagiosa: no puedes “contagiarte” un dedo de más por estar con otra persona. En muchas familias se transmite de forma sencilla: un cambio en una copia de un gen de cualquiera de los padres puede bastar para que un niño nazca con ella, aunque el número o la ubicación de los dedos extra puede variar. También puede aparecer por primera vez en un niño debido a un cambio nuevo en un gen (una mutación nueva), incluso cuando nadie más en la familia la tiene. Si te preguntas cómo se hereda la polidactilia, un profesional de genética puede explicarte los patrones familiares y las probabilidades en futuros embarazos, que pueden ser diferentes si ocurre por sí sola o como parte de otra afección.

Cuándo hacerse pruebas genéticas

Considera hacerte pruebas genéticas si tú o familiares cercanos tenéis polidactilia, especialmente cuando los dedos adicionales aparecen junto con otras diferencias (corazón, riñones, rasgos faciales) que pueden sugerir un síndrome genético. Hazte la prueba durante la planificación familiar, en el embarazo tras un hallazgo en la ecografía, o si las decisiones sobre cirugía/atención podrían cambiar al confirmarse una causa genética.

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Diagnóstico

La polidactilia suele detectarse de inmediato, ya sea en una ecografía rutinaria del embarazo o al nacer, cuando se observa un dedo de más en la mano o el pie. Los médicos suelen comenzar con una exploración física minuciosa y estudios de imagen sencillos para entender el patrón y cómo está formado el dedo adicional. El diagnóstico de polidactilia suele ser directo al nacimiento, y puede sugerirse un diagnóstico genético de polidactilia si otras manifestaciones apuntan a un síndrome más amplio. Esto ayuda a orientar la atención, el momento de cualquier procedimiento y la planificación familiar.

  • Exploración física: El profesional anota dónde se ubica el dedo adicional (lado del pulgar/dedo gordo, lado del meñique o en el medio) y si tiene hueso, articulaciones y uña. También comprueba el movimiento, la circulación y las uniones de la piel para planificar los siguientes pasos.

  • Ecografía prenatal: Una ecografía a mitad del embarazo puede mostrar dedos de más y su posición. Tu profesional puede sugerir una ecografía detallada para buscar otras diferencias que podrían indicar un síndrome.

  • Radiografía simple: Las radiografías de mano o pie muestran si el dedo adicional tiene huesos y articulaciones completos o si está unido por tejido blando. Estas imágenes ayudan a distinguir el tipo de polidactilia y a planificar la cirugía si es necesaria.

  • Pruebas genéticas: Pueden ofrecerte pruebas genéticas para aclarar el riesgo u orientar el tratamiento. Con una pequeña muestra de sangre se pueden buscar cambios en los genes o en los cromosomas, sobre todo si hay otros hallazgos de salud o antecedentes familiares.

  • Antecedentes familiares: Los antecedentes familiares suelen ser una parte clave de la conversación diagnóstica. Saber quién más tiene dedos adicionales y cómo les afectó puede señalar patrones hereditarios y ayudar a estimar el riesgo de recurrencia.

  • Detección de síndromes: Los médicos buscan otras manifestaciones, como diferencias en el corazón, riñones, visión o crecimiento, que pueden asociarse a la polidactilia en algunos síndromes. Detectar o descartar estos patrones orienta el seguimiento y las derivaciones.

  • Derivación a especialistas: En algunos casos, la derivación a especialistas es el siguiente paso lógico. Un cirujano de mano o pie y un especialista en genética pueden confirmar el tipo, hablar del momento de los procedimientos y coordinar la atención de los hallazgos asociados.

Etapas de Polydactyly

La polidactilia no tiene etapas de progresión definidas. Está presente desde el nacimiento —un dedo de la mano o del pie adicional— y por lo general no cambia con el tiempo, aunque el tamaño, la forma y la forma de unión del dedo extra pueden variar. Los signos precoces de polidactilia suelen verse en una ecografía del embarazo o notarse al nacer durante un examen de rutina, y las radiografías pueden mostrar cómo están formados los huesos; se pueden sugerir diferentes pruebas para confirmar el hallazgo y planificar la atención.

¿Sabías sobre las pruebas genéticas?

¿Sabías que las pruebas genéticas pueden ayudar a explicar por qué la polidactilia ocurre en una familia y si es probable que vuelva a aparecer en futuros embarazos? Saber qué cambio genético está implicado puede mostrar si los dedos de más son un hallazgo aislado o parte de un síndrome más amplio, lo que orienta los chequeos adecuados y la atención. Con esta información, tú y tu equipo de atención podéis planificar el tratamiento, decidir el momento de una cirugía si hace falta y tomar decisiones reproductivas informadas.

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Perspectivas y Pronóstico

Muchas personas se preguntan: “¿Qué significa esto para mi futuro?”, especialmente cuando a un recién nacido se le detecta polidactilia o un adulto aprende el nombre del dedo o del pie extra que siempre ha tenido. Para la mayoría de las personas con polidactilia, el pronóstico a largo plazo es muy bueno. Los dedos extra en el lado externo de la mano o del pie (postaxial) son especialmente frecuentes y suelen ser más pequeños o estar unidos de forma laxa; a menudo se tratan en la lactancia con un procedimiento sencillo o una cirugía menor. Las formas centrales o del lado del pulgar (preaxial) pueden ser más complejas y pueden requerir cirugías por etapas y terapia de mano o pie para optimizar la función, la prensión y el equilibrio. En términos médicos, el pronóstico a largo plazo suele estar determinado tanto por la genética como por el estilo de vida.

Cada recorrido es un poco diferente. Si la polidactilia aparece sola, la esperanza de vida es normal y la mayoría de las personas, tras el tratamiento, mantienen una movilidad típica y un uso funcional de las manos. Cuando la polidactilia forma parte de un síndrome genético (por ejemplo, ciertas ciliopatías), el pronóstico depende de las manifestaciones asociadas —como problemas renales, cardíacos, oculares o respiratorios—, y tu equipo de atención ajustará la vigilancia y los tratamientos según esos riesgos. Los signos precoces de polidactilia que apuntan a un patrón más complejo pueden incluir diferencias en las extremidades en ambos lados u otros hallazgos al nacer; estas son señales para una derivación a genética y un plan coordinado.

Con atención continuada, muchas personas llevan una vida plena y activa, incluyendo deportes, trabajos manuales y actividades que dependen de la motricidad fina. La cirugía busca crear un dedo y una articulación estables y bien alineados; la mayoría de los niños y adultos logran una buena función, aunque algunos pueden necesitar procedimientos de seguimiento para corregir la alineación, el equilibrio de los tendones o la sensibilidad de la cicatriz a medida que crecen. Pueden aparecer complicaciones como rigidez, dolor con la presión o deformidades de la uña, pero por lo general se controlan con terapia y, si es necesario, cirugía de revisión. Las pruebas genéticas a veces pueden aportar más información sobre el pronóstico cuando los médicos sospechan una afección más amplia. Habla con tu médico sobre cómo podría ser tu pronóstico personal.

Efectos a Largo Plazo

A largo plazo, la mayoría de las personas con polidactilia evolucionan bien, especialmente cuando el dedo de más es pequeño o se corrige de forma precoz. La evolución a largo plazo depende de qué huesos, articulaciones y tendones estén implicados y de si se realizó cirugía en la infancia. Los efectos a largo plazo varían mucho, desde no presentar problemas persistentes hasta tener diferencias leves en el uso de la mano, el ajuste del calzado o la sensibilidad. Muchas personas se refieren al dedo visible de más al nacer como signos precoces de polidactilia, aunque esta característica está presente desde el primer día.

  • Función de la mano: Muchas personas con polidactilia mantienen fuerza y destreza normales con el tiempo. Algunas notan diferencias sutiles en tareas de motricidad fina o en los patrones de agarre.

  • Función del pie: Caminar, correr y hacer deporte suele no verse afectado. Algunas personas sienten puntos de presión o un ajuste distinto en ciertos zapatos por la forma del pie.

  • Diferencias de apariencia: Pueden quedar cicatrices o ligera asimetría tras la extirpación. La forma o el contorno de la uña pueden diferir en el dedo tratado.

  • Cambios de sensibilidad: Las zonas cercanas al dedo extirpado pueden sentirse entumecidas o más sensibles. Esto puede mejorar con el tiempo, pero a veces persiste en un área pequeña.

  • Rigidez articular: Puede aparecer rigidez o limitación del movimiento donde hubo implicación de huesos o articulaciones. En algunas personas, esto puede afectar ciertos agarres o el impulso del dedo del pie.

  • Variaciones de tendones y nervios: La anatomía subyacente puede seguir siendo atípica incluso tras la reconstrucción. Esto puede cambiar sutilmente el tiempo de los movimientos o la retroalimentación de la punta del dedo.

  • Riesgo de artritis: Si una articulación duplicada compartía superficies, puede existir una probabilidad ligeramente mayor de desgaste precoz en la adultez. Muchas personas con polidactilia nunca desarrollan artritis en la zona.

  • Diferencias de crecimiento: A medida que los niños crecen, el dedo tratado puede ser ligeramente más corto o curvo en comparación con el del otro lado. Los médicos suelen describir esto como efectos a largo plazo o resultados crónicos.

  • Impacto psicosocial: Algunas personas conviven con inseguridad por las cicatrices o la asimetría. Incluso cuando persisten desafíos, muchas continúan participando plenamente en la escuela, el trabajo y la vida social.

  • Consideraciones de herencia: Algunas familias tienen una mayor probabilidad de polidactilia en futuros hijos. Las pruebas genéticas a veces pueden mostrar si es un rasgo familiar.

  • Asociaciones sindrómicas: En una minoría, la polidactilia aparece junto con otras manifestaciones como parte de un síndrome genético. Los efectos a largo plazo dependen de la afección específica y se extienden más allá de la mano o el pie.

  • Diferencias bilaterales: Con el tiempo, un lado puede verse o funcionar de forma distinta al otro. Los médicos pueden seguir estos cambios durante años para ver cómo el crecimiento afecta al equilibrio.

Cómo es vivir con Polydactyly

Vivir con polidactilia suele implicar pequeños ajustes prácticos más que grandes limitaciones. Algunas personas tienen dedos adicionales completamente formados que funcionan bien; otras presentan “bultitos” de tejido blando o dedos que vuelven incómodos ciertos zapatos, guantes o agarres, y pueden optar por cirugía por comodidad, función o apariencia. En el día a día, puede atraer miradas curiosas o preguntas, lo que puede cansar, pero muchos encuentran que una explicación sencilla y segura de ti mismo ayuda a que los demás se adapten rápido. Para la familia y los amigos, lo principal es ofrecer apoyo en las decisiones sobre la atención—sobre todo en la infancia—y estar atentos a lo que más te importa, ya sea el rendimiento, la comodidad o la autoimagen.

Dr. Wallerstorfer

Tratamiento y Medicamentos

El tratamiento de la polidactilia depende del tamaño y la posición del dedo adicional y de cómo afecta al uso diario. Algunos dedos extra pequeños y blandos pueden ligarse en la primera infancia, mientras que los dedos adicionales bien formados suelen requerir extirpación quirúrgica, a menudo durante el primer año de vida para favorecer la función normal de la mano o el pie y el ajuste del calzado. A veces los médicos recomiendan combinar cambios en el estilo de vida y medicamentos solo cuando hay dolor, hinchazón o infección, pero la mayoría de las personas solo necesitan cirugía más cuidados de la herida, inmovilización con férula y terapia de mano o pie para afinar el movimiento. No todos los tratamientos funcionan igual en todas las personas, y los tiempos pueden variar si el dedo extra forma parte de un síndrome más amplio o si hay afectación de huesos, articulaciones o tendones. Pregunta a tu médico por el mejor punto de partida para ti, incluido si conviene realizar estudios de imagen o una derivación a genética antes de la cirugía.

Tratamiento No Farmacológico

Tener dedos de más puede afectar el agarre, el equilibrio y cómo te calzan los zapatos en el día a día. Los tratamientos no farmacológicos suelen sentar las bases para tu comodidad y función, y se valora la cirugía cuando el dedo adicional causa problemas. Los signos precoces de polidactilia suelen ser visibles al nacer, y los planes se adaptan a la forma de la mano o el pie del niño y a los objetivos de la familia.

  • Observación vigilante: Si el dedo adicional es pequeño e indoloro, los médicos pueden controlarlo con el tiempo. Esta estrategia puede ser razonable cuando la polidactilia no limita la función ni provoca rozaduras en los zapatos.

  • Extirpación quirúrgica: La cirugía ambulatoria puede retirar un dedo adicional y remodelar los tejidos cercanos para mejorar la alineación y la función. El momento depende del crecimiento, la seguridad y cuánto afecta el dedo adicional al uso cotidiano.

  • Terapia de mano: Los ejercicios suaves ayudan a mejorar el rango de movimiento, la fuerza y la coordinación. La terapia puede iniciarse poco después de la cirugía y continuar conforme se desarrollan las habilidades.

  • Calzado y ortesis: Los zapatos anchos con puntera blanda y las plantillas acolchadas reducen las rozaduras y la presión de un dedo adicional del pie. Un podólogo puede sugerir almohadillado o plantillas a medida para mejorar la comodidad con la polidactilia.

  • Férulas y vendajes: Las férulas a corto plazo pueden mantener una posición adecuada tras la cirugía. El vendaje puede ayudar a proteger zonas sensibles durante la cicatrización o a reducir la fricción en los zapatos.

  • Cuidado de la cicatriz: El gel de silicona, el masaje y la protección solar pueden suavizar las cicatrices y reducir la sensibilidad tras retirar un dedo adicional. Estos pasos sencillos pueden mejorar la comodidad y el aspecto con el tiempo.

  • Asesoramiento genético: Un profesional de genética puede explicarte cómo la polidactilia a veces se presenta en familias y hablar sobre opciones de pruebas si hacen falta. También revisan las probabilidades de repetición en futuros embarazos y si conviene comprobar otras manifestaciones.

  • Imágenes y planificación: Las radiografías o la ecografía ayudan a trazar los huesos y las articulaciones dentro de un dedo adicional. Esto orienta si la reconstrucción o la extirpación ofrecerán la mejor función.

  • Apoyo psicosocial: El acompañamiento psicológico puede ayudar a los niños y a las familias a manejar preguntas, burlas o preocupaciones sobre la imagen corporal. Compartir el proceso con otros puede hacer que las decisiones y la recuperación se sientan menos solitarias.

  • Ajustes de actividad: Cambios temporales —como evitar calzado apretado, usar almohadillado protector o elegir juegos de bajo impacto— pueden prevenir el dolor hasta completar el tratamiento. Después de la cirugía, el retorno gradual al deporte protege los tejidos en cicatrización.

¿Sabías que los medicamentos están influenciados por los genes?

La mayoría de los medicamentos que se usan alrededor de los dedos adicionales no son para los propios dedos; sirven para la anestesia, el control del dolor o la prevención de infecciones, y la respuesta puede variar según tus genes. Las diferencias en los genes que metabolizan los medicamentos pueden afectar las dosis necesarias y el riesgo de efectos secundarios.

Dr. Wallerstorfer

Tratamientos Farmacológicos

Aunque la polidactilia suele corregirse con una cirugía menor o con ligadura con sutura, los medicamentos ayudan a tu confort y a la cicatrización. Los fármacos que tratan directamente los síntomas se llaman tratamientos sintomáticos. Ayudan a controlar el dolor tras la cirugía de polidactilia, a la anestesia durante los procedimientos y a prevenir o tratar infecciones. Las opciones varían según la edad, el tipo de dedo adicional y si la atención se realiza en la consulta o en quirófano.

  • Analgésicos: Acetaminophen (paracetamol) e ibuprofeno alivian las molestias y reducen la inflamación tras la extirpación. En niños, las dosis se ajustan al peso; evita superar la dosis máxima diaria. El ibuprofeno conviene tomarlo con comida y debe evitarse en ciertas afecciones renales o gástricas.

  • Anestésicos locales: Lidocaína adormece la zona para la ligadura con sutura o la extracción en consulta, de modo que el procedimiento sea más confortable. Opciones de acción más prolongada como bupivacaína pueden mantener el adormecimiento durante algunas horas tras la visita.

  • Sedación para procedimientos: Midazolam y fentanyl pueden usarse cuando un niño necesita permanecer quieto o para pasos breves y molestos. Estos medicamentos se dosifican y monitorizan cuidadosamente para mantener la respiración y el confort seguros durante el procedimiento.

  • Anestesia general: Sevoflurano y propofol se usan en quirófano cuando hay hueso o articulaciones implicados y se planifica una cirugía completa. Los anestesiólogos ajustan la dosificación para mantener al paciente dormido y sin dolor, y luego ayudan a un despertar suave.

  • Antibióticos orales: Amoxicillin‑clavulanate o cephalexin no son necesarios en todos los casos, pero se usan si la herida está contaminada o muestra signos iniciales de infección (enrojecimiento, calor, pus). Los tratamientos típicos duran varios días y deben completarse tal como se indican.

  • Antibióticos tópicos: Bacitracin o mupirocina pueden aplicarse en una capa fina sobre la incisión para reducir las bacterias superficiales. Son útiles en irritación cutánea leve sin signos de infección profunda.

  • Actualización antitetánica: La vacuna antitetánica o la inmunoglobulina antitetánica pueden administrarse si las vacunas no están al día y la herida está en riesgo. Esto ayuda a prevenir el tétanos tras una contaminación accidental.

  • Rescate con opioides: Tratamientos cortos con combinaciones como hydrocodone–acetaminophen pueden usarse en adultos si el dolor sigue siendo intenso a pesar de otras opciones. Su uso suele limitarse a los primeros 1–2 días por efectos adversos como somnolencia y estreñimiento.

Influencias Genéticas

La polidactilia suele presentarse en varias personas de una misma familia debido a cambios en un solo gen que pueden transmitirse de padres a hijos. Incluso con la misma alteración genética, las personas pueden tener dedos adicionales con aspectos muy distintos, desde una pequeña protuberancia hasta un dedo completamente formado. La mayoría de los casos aislados siguen un patrón autosómico dominante, lo que significa que, si uno de los padres está afectado, cada hijo tiene aproximadamente 1 de cada 2 (50%) probabilidades de heredar la alteración genética.

También ocurren cambios nuevos (de novo), por lo que la polidactilia puede aparecer en una familia sin antecedentes previos. Como los signos precoces de la polidactilia suelen ser visibles al nacer —o incluso en la ecografía prenatal—, las familias y los médicos pueden identificar patrones desde el principio y considerar el asesoramiento genético. A veces, un dedo de más forma parte de un síndrome genético más amplio, especialmente cuando hay otras características o problemas de salud; en esas situaciones, las pruebas genéticas dirigidas pueden ayudar a aclarar la causa y la probabilidad de que vuelva a suceder.

Cómo los genes pueden causar enfermedades

Los seres humanos tienen más de 20 000 genes, y cada uno realiza una o algunas funciones específicas en el cuerpo. Un gen le indica al cuerpo cómo digerir la lactosa de la leche, otro le dice cómo construir huesos fuertes y otro evita que las células comiencen a multiplicarse sin control y se conviertan en cáncer. Como todos estos genes juntos son las instrucciones de construcción de nuestro cuerpo, un defecto en uno de ellos puede tener consecuencias graves para la salud.

A través de décadas de investigación genética, conocemos el código genético de cualquier gen humano sano/funcional. También hemos identificado que, en ciertas posiciones de un gen, algunas personas pueden tener una letra genética diferente a la suya. A estos puntos críticos los llamamos “variaciones genéticas” o simplemente “variantes”. En muchos casos, los estudios han demostrado que tener la letra genética “G” en una posición específica es saludable, mientras que tener la letra “A” en la misma posición interrumpe la función del gen y causa una enfermedad. Genopedia le permite ver estas variantes en los genes y resume todo lo que sabemos de la investigación científica sobre qué letras genéticas (genotipos) tienen consecuencias buenas o malas para su salud o sus rasgos.

Farmacogenética - cómo la genética influye en los medicamentos

El tratamiento de la polidactilia suele ser quirúrgico, así que las decisiones clave sobre medicamentos tienen que ver con la anestesia durante el procedimiento y el control del dolor después. Los genes pueden influir en la rapidez con la que eliminas algunos de estos fármacos, lo que afecta tanto a su seguridad como a su eficacia. Por ejemplo, las diferencias genéticas pueden hacer que ciertos opioides como la codeína sean demasiado débiles para aliviar el dolor en algunas personas y, en raras ocasiones, demasiado potentes en otras; por eso, tu equipo puede optar por otros analgésicos. Las variaciones que afectan a las enzimas que degradan un relajante muscular llamado succinilcolina pueden producir un efecto más prolongado, por lo que los anestesiólogos la evitan o vigilan muy de cerca si hay un problema conocido. Debes comunicar cualquier antecedente personal o familiar de reacciones graves a la anestesia, incluida la hipertermia maligna, antes de la cirugía, porque puede cambiar el plan. Aunque los signos precoces de la polidactilia son visibles al nacer, a veces se recurre a pruebas farmacogenéticas dirigidas cuando hay antecedentes de respuestas inusuales a fármacos, lo que ayuda a ajustar la dosis o elegir el medicamento. Tus genes son solo una parte del panorama: la edad, otras afecciones de salud y los detalles de la operación también orientan qué fármacos y dosis son más seguros.

Interacciones con otras enfermedades

Cuando aparecen dedos adicionales de manos o pies junto con otros problemas de salud, el conjunto de manifestaciones puede cambiar qué controles y pruebas de cribado tienen sentido. Los médicos llaman “comorbilidad” a cuando dos afecciones ocurren a la vez. La polidactilia a veces aparece sola, pero también puede formar parte de síndromes genéticos más amplios —como Bardet-Biedl, Ellis-van Creveld, o alteraciones cromosómicas como la trisomía 13— que también pueden afectar al corazón, los riñones, la visión, el crecimiento o el aprendizaje. Como los signos precoces de la polidactilia son visibles al nacer, puede ser una pista útil para revisar problemas relacionados, especialmente si hay otras características presentes. Cuando la polidactilia ocurre junto con otra enfermedad, una afección puede hacer que la otra sea más difícil de llevar; por ejemplo, las diferencias en las manos o los pies pueden complicar la movilidad o el autocuidado si también hay enfermedad cardiaca o renal. La atención suele coordinarse entre varias especialidades, y se puede ofrecer consejo genético para revisar los antecedentes familiares, hablar de futuros embarazos y decidir si alguna prueba podría ser útil para ti o para tu hijo.

Condiciones Especiales de Vida

El embarazo puede ser una etapa de sentimientos encontrados si hay polidactilia en la familia. A veces, la ecografía detecta dedos extra antes del nacimiento, y los médicos pueden valorar si hay algo más; la mayoría de las veces, la polidactilia aparece sola y los bebés evolucionan bien. Los nuevos padres suelen enfrentar decisiones prácticas, como si conviene retirar un dedo pequeño extra en la infancia o esperar hasta que el niño sea mayor; el momento depende del tamaño del dedo, si hay hueso y tendón implicados, de la función de la mano o el pie y de las preferencias de la familia.

En la infancia, los dedos extra pueden afectar el ajuste del calzado, la escritura o los deportes que requieren agarre o equilibrio. La terapia ocupacional o física puede ayudar con las habilidades motoras finas, y los profesores pueden hacer pequeñas adaptaciones en el aula. Adolescentes y adultos pueden plantearse la cirugía por motivos funcionales, por comodidad con el calzado o por la apariencia; la recuperación y los resultados suelen ser buenos cuando se planifica con un especialista en mano o pie. Para los deportistas, el objetivo es el ajuste y la función: guantes o calzado a medida y, tras cualquier procedimiento, un regreso al juego de forma progresiva para proteger los tejidos en reparación. No todos viven estos cambios de la misma manera, y muchas personas con polidactilia llevan vidas activas sin necesitar cirugía.

Historia

A lo largo de la historia, la gente ha descrito dedos adicionales en manos o pies en relatos familiares, registros de nacimiento e incluso en el arte. Las parteras anotaban recién nacidos con un pequeño dedo extra en el lado de la mano; los ancianos del pueblo recordaban a un abuelo con “doble pulgar”. Estos relatos cotidianos muestran que la polidactilia ha formado parte de la experiencia humana en muchas regiones y culturas.

Descrita por primera vez en la literatura médica como una variación visible presente al nacer, los informes iniciales se centraban en lo que se podía observar: dónde estaba el dedo extra, qué tamaño tenía y si podía moverse. Los médicos hacían dibujos detallados, distinguiendo una pequeña lengüeta de piel de un dedo completamente formado con hueso y articulaciones. Los cirujanos de los siglos XIX y principios del XX documentaron técnicas para extirpar o remodelar los dedos adicionales, sobre todo cuando interferían con el agarre, la marcha o el uso de calzado.

A medida que avanzó la ciencia médica, la atención pasó de la simple descripción al reconocimiento de patrones. Las familias y comunidades ya observaban patrones que se repetían durante varias generaciones, y los médicos comenzaron a registrar la herencia en árboles genealógicos. Algunas familias tenían antecedentes de dedos extra en el lado del pulgar de la mano; otras presentaban meñiques adicionales o dedos de los pies extra. Estas observaciones apuntaban a causas genéticas mucho antes de que se conocieran los genes implicados.

En las últimas décadas, el conocimiento se ha construido sobre una larga tradición de observación. Las técnicas de imagen aclararon los huesos y articulaciones dentro de un dedo adicional, y mediciones cuidadosas ayudaron a decidir si la cirugía podía mejorar la función o la comodidad. Lo más importante es que los clínicos aprendieron que la polidactilia puede aparecer sola o junto con otras diferencias, y que este contexto orienta la evaluación y el asesoramiento. No todas las descripciones iniciales fueron completas, pero juntas sentaron las bases del conocimiento actual.

Con el auge de la genética, los investigadores vincularon ciertos patrones de polidactilia a cambios en genes que actúan como reguladores de intensidad durante el desarrollo de las extremidades. Esto ayudó a explicar por qué la afección varía tanto: desde una pequeña protuberancia blanda hasta un dedo completamente formado y funcional. También mostró por qué dos personas de la misma familia pueden presentar manifestaciones distintas.

Hoy, la historia de la polidactilia orienta la atención práctica. Saber cómo la trataron los cirujanos en el pasado ayuda a definir expectativas sobre el momento, las técnicas y la recuperación. Reconocer el amplio registro de patrones familiares facilita las conversaciones sobre herencia, desde la probabilidad de transmitirla hasta cómo se identifican de forma precoz los signos de polidactilia en las ecografías del embarazo o al nacer. Mirar atrás ayuda a explicar las formas comunes y poco habituales de esta afección, y subraya una idea central: las decisiones de tratamiento se guían por la función, la comodidad y las preferencias personales, moldeadas por lecciones aprendidas durante siglos.

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