Muchas personas se dan cuenta por primera vez del cáncer de endometrio cuando cambia el sangrado vaginal: con más frecuencia aparece sangrado nuevo después de la menopausia, o reglas más abundantes, prolongadas o irregulares antes de la menopausia. Algunas también notan un flujo acuoso o con restos de sangre, o sienten molestias pélvicas o cólicos que no encajan con su patrón habitual. Cualquier sangrado inesperado —sobre todo después de la menopausia— es una señal de alerta precoz frecuente y un motivo para consultar pronto con un profesional de la salud.